miércoles, 10 de agosto de 2016

Noticias

Fiscalía ambiental previene extracción de minerales en playas
PLAYA PUERTO INGLES
El fin de semana las autoridades en pleno junto a la Fiscalía Especializada de Prevención de Delito con Competencia en Materia Ambiental de Ilo realizaron la instalación de carteles informativos en varios puntos de las playas de Media Luna para informar la prohibición de la extracción de material no metálico-arena que causa un grave daño al medio ambiente.
Precisar que durante el año ya son nueve las personas procesadas por esta actividad, índices que se estarían incrementando señaló Alfredo Rojas Bedregal, Fiscal de Prevención de Delito.
La acción contó con la participación de la Fiscalía de Medio Ambiente, la Policía Ecológica, la Capitanía de Puerto, y la Municipalidad Distrital de Pacocha, que se estaría acentuando en los siguientes días, implementando las sanciones establecidas por ley, que determina incluso la prisión para los infractores.
Fuente: Radio Americana

Bailes de Salón


Vals "A Moquegua"

VALS A MOQUEGUA
AUTOR: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ DÁVILA


TRES VECES BENEMERITA Y MUY NOBLE CIUDAD
TU VIDA ES UN EJEMPLO DE SINCERIDAD
VIVES ENTRISTECIDA EN LA ORFANDAD
CON QUE LA PATRIA PREMIA TU HEROISMO Y LEALTAD

MOQUEGUA TIERRA SEÑORIAL
TU QUE DISTE A LA PATRIA HOMBRES DE VALER
QUE AMAMANTASTES HÉROES DE FAMA MUNDIAL
OH MADRE VENTUROSA DEL QUIJOTE DE LA LEY
Y CON PASO GIGANTE HACIA EL PORVENIR

VOLVERAS A SER MUY PRONTO LO QUE FUISTE AYER
SE CUBRIRAN TUS CAMPOS DE SUAVE ARREBOL
RENACERA TU VIDA CON UN DULCE AMANECER
Y TU CIUDAD DORMIDA SE LEVANTARÁ

A IMPULSOS DEL ALIENTO DE PROSPERIDAD
UN NUEVO SOL RADIANTE TE ILUMINARÁ
OH PERLA DE LOS ÁNGELES MOQUEGUA SIN IGUAL

MOQUEGUA TIERRA SEÑORIAL
TU QUE DISTE A LA PATRIA HOMBRES DE VALER
QUE AMAMANTASTES HÉROES DE FAMA MUNDIAL
OH MADRE VENTUROSA DEL QUIJOTE DE LA LEY

Y CON PASO GIGANTE HACIA EL PORVENIR
VOLVERÁS A SER MUY PRONTO LO QUE FUISTE AYER
SE CUBRIRÁN TUS CAMPOS DE SUAVE ARREBOL
RENACERA TU VIDA CON UN DULCE AMANECER

Polka "Moquegua"





Marinera Moqueguana

Este es un hermoso traje típico de Moquegua cuyo uso se debe revalorar para evitar su olvido y extinción. Era usado por las damitas de la antigua Moquegua en las diversas fiestas de salón.
Usan un vestido finamente estampado, entallado al cuerpo y cuyo único adorno consiste en una pechera blanca bordada en forma de nido de abeja que forma parte del corte del vestido.
Se coloca además un pequeño y coqueto cinturón y/o un  delantal blanco adornado con blondas en sus bordes.
Llevan consigo un pañuelo blanco, calzan zapatos de taco bajo.






Personajes Ilustres

Mercedes Cabello de Carbonera

Mercedes Cabello de Carbonera (Nació en Moquegua en 1845 y murió en Lima en 1909) fue una escritora peruana. Publicó artículos sobre el positivismo en la prensa peruana y escribió novelas y ensayos naturalistas, de contenido social e intención crítica: Blanca Sol, Sacrificio y recompensa, Consecuencias y El conspirador. De joven ella asistió a las tertulias de la argentina Juana Manuela Gorriti donde aprendió el arte de novelar, es decir escribir novelas. Si Gorriti era conocida por su romanticismo, Cabello de Carbonera abandonó esta escuela para cultivar el naturalismo y el realismo. En su ensayo La novela moderna abogó por el realismo porque admitía la psicología de los personajes, tendencia que abrazó completamente en su novela El conspirador. Su novela Blanca Sol condenó el materialismo de aquel momento. Fue tan controversial que ofendió a su vieja maestra Gorriti quien era mucho más sutil en sus críticas de la sociedad. Cabello fue muy poco comprendida en su época, el blanco de fuertes críticas de los críticos masculinos, como las de Juan de Arona. Una parálisis progresiva contraída probablemente con su esposo la condujo a una locura que la acompañaría hasta el final de su vida. Vivió en el Manicomio del Cercado hasta su muerte el 12 de octubre de 1909. Obras Novelas: "El sacrificio y recompensa", "Eleodora", " los amores de Hortensia", "Blanca sol", "Las consecuencias", "El conspirador". Ensayos: "Importancia de la literatura", "Estudio comparativo de la inteligencia y la belleza de la mujer", "perfeccionamiento de la educación y la condición social de la mujer", "el conde Tolstoi", " La novela moderna".

AMPARO BALUARTE
La gran poetisa peruana Amparo Baluarte Cornejo,  fue a fines de la década de los 30's cuando el talento de esa gran poetisa se incorpora a la canción popular convirtiéndose en una de las más fecundas entre las mujeres peruanas Moqueguana, nacida en Samegua el 24 de Setiembre de 1915. Su nacimiento se halla inscrito con el nombre de "Sara Mercedes" hija de Felipe Neri Baluarte Ugarteche y de Doña María Encarnación Cornejo de Baluarte. Tuvo una hermana 7 años mayor que ella, Rosa Victoria.
A poco de fallecido su padre, en 1932, cuando contaba con 17 años, Sara Mercedes se trasladó con su madre María que era maestra a la Capital con su nombre verdadero de Sara Mercedes. Trabajó en el Ministerio de Agricultura durante 25 años.
Con tertulias de músicos y poetas, y amante de la métrica, consideró conveniente figurar en el mundo artístico, no con su verdadero nombre de Sara Mercedes, sino como Amparo Baluarte, nombre con el cual publicó los diez poemarios de su producción.
Autora de aproximadamente 200 canciones entre valses, polcas y otros, como pasillos y boleros, vivió inmersa en un mundo de versos, rimas, poemas y canciones.
Desde el año 1951 hasta 1980 publicó nueve poemarios de los cuales se hizo un compendio en el año 1984 que fue publicado en la "Antología de la Poesía de Amparo Baluarte".

Su talento autoral fue unido a la de grandes compositores naciendo de esa manera canciones que han dado mucha gloria a nuestra música criolla como los valses "Así será mi suerte", "Juventud, que te vas", "No quiero recordar", "Noche Criolla" y las polcas "Mágica Flor" y "Vivacia" con Nicolás Wetzell; los valses "Nativa", "Nostalgia", "Secreto" y la polca "Mañanita" con Francisco Reyes Pinglo; la polca "Alborada" con Alcides Carreño Blas y el vals "Separación" con Polo Bedoya Bambarén. Filomeno Ormeño, Juan Reyes Calderón y otros grandes compositores también unieron su talento al de Amparo Baluarte.

Falleció el 19 de diciembre de 1992 y sus restos descansan en su amada Moquegua.

LUIS E. VALCARCEL VIZCARRA
Luis Eduardo Valcarcel Vizcarra
Nació en el Puerto de Ilo el 8 de febrero de 1891. Fueron sus padres Don Domingo Luciano Valcárcel y Doña Leticia Vizcarra Cornejo. En 1892, se trasladó con sus padres a la ciudad del Cusco, donde residiría hasta 1930, pasando a establecerse en Lima. Ingresó a la Universidad San Antonio de Abad del Cusco, 1908. En 1909 tuvo gran actividad política como opositor al primer gobierno civilista de Leguía, sufriendo persecuciones y prisión en la Isla de San Lorenzo, después de lo cual se retiró de la política.
Se dedicó a desarrollar una activa labor de investigación histórica, especializándose en la cultura peruana prehispánica, de cuyo estudio es su principal exponente. De su nutrida producción se puede mencionar las siguientes obras: “De la vida Incaica” (1925); “Del ayllu al imperio” (1925); “Guía del Cusco” (1926); “Tempestad en los Andes” (1927); “Cusco: Capital Arqueológica” (1934); “cuaderno de arte antiguo del Perú” (1937); “Cuadernos y Leyendas Incas” (1937); “Historia de la Cultura Antigua del Perú” (1949); “Ruta Cultural del Perú” (1945); “Templos y Ruinas” (1947); “Danzas y Fiestas en el Perú y en los Andes” (1949); “Etnohistoria del Perú Antiguo” (1959); “Historia del Perú Antiguo” (1964), etc. Todas ellas tienen fama internacional, y se han traducido a varios idiomas.
Por su obra, se ha hecho merecedora a numerosas condecoraciones y distinciones como : La Orden del Sol (la más alta del Perú), La medalla de la Cultura, Las Plamas Magisteriales del Perú; La Legión de Honor y las Palmas Académicas de Francia, La Orden del Mérito de Italia, El Aguila Azteca de México; La Medalla de Oro por Estudios Históricos de la fundación Eguiguren, entre otras. La historia incaica tiene en Valcárcel su más alta autoridad contemporánea. Fue su investigador y principal difusor a través de los muchos años que fue catedrático en la facultad de Letras de la Universidad San Marcos.
Fue Decano y titular de la Cátedras de Historia del Perú-Incas e Historia de la Cultura Peruana. Raúl Rivera Serna dice: “...La obra histórica de Valcárcel supera lógicamente, por su parte documental e interpretativo, a aquellas que sobre el imperio incaico se han publicado anteriormente. El conocimiento del medio geográfico donde se desarrolló aquella cultura, así como su contacto directo con las comunidades aborígenes, herederas de ella, han contribuido en mucho a ello....”.
Falleció en Lima el 26 de diciembre de 1989; Ilo rinde homenaje a su hijo, bautizando con su nombre al moderno local del centro cultural. Fue un excelente investigador histórico que llegó a desempeñar la cartera del Ministerio de Educación entre 1945 a 1946, y perteneció a la Academia Nacional de Historia, al Centro de Estudios Históricos-Militares del Perú y la Sociedad Geográfica de Lima.

MARISCAL DOMINGO NIETO MARQUEZ
No se puede precisar si el Gran Mariscal Domingo Nieto y Márquez nació en la misma ciudad de Moquegua, donde está la casa solariega de su familia paterna, o en su hacienda Chiribaya del olivar en el Valle de Ilo, o en el mismo puerto, donde se bautizó en la Parroquia de San Jerónimo el 15 de agosto de 1803. Sus padres fueron Don Francisco Nieto, pariente del Conde de Alastaya, y de doña María del Carmen Márquez. Se cree que nació 10 días antes de su bautizo.

Tenía 18 años cuando el Gral. Patriota Miller realizó su expedición al sur levantando el espíritu de independencia; ganado por estas ideas progresistas, se incorporó al ejército de Miller, junto con otros moqueguanos. A nieto le dieron el grado de Teniente en Junio de 1821. Participó en la Primera Expedición de Intermedios, luchando en las Batallas de Torata y Moquegua (19-21 de Enero 1823). “Intervino en la Batalla de Junín, el 16 de agosto de 1824, como Capitán del “Regimiento Húsares de Junín”; y en Ayacucho , le 9 de diciembre, con el mismo grado, actuando como edecán del general La Mar, que defendía el flanco izquierdo del ejército patriota, “mereciendo ser nombrado con especial mención en el parte...” Durante el sitio del Callao prestó servicios que le merecieron la medalla conmemorativa de la toma de Real Felipe.

El 30 de Octubre de 1828 contraía matrimonio con la bellísima dama trujillana doña María Asunción Solís y Martínez de Pinillos, perteneciente a la aristocracia del lugar. “Es en la Batalla del Portete de Tarqui contra Colombia, el 27 de febrero de 1829, cuando ocurrió un suceso con Nueto como protagonista, enfrentando a Camacaro, jefe colombiano del Regimiento “Cencero”. En el momento en que las tropas peruanas derrotadas en el Portete.. iban a ensarzarse en su último encuentro que decidiría el resultado de la acción; avanzó gallardo y gigantesco el Mayor Camacaro, primera lanza colombiana, y reto a duelo singular al paladín cualquiera que fuese, de las filas peruanas que quisiere medirse con él; y súbitamente surgió de nuestras filas, jinete en el famoso potro “El Negro”, una figura diminuta y airosa y, saludando con la lanza a su enorme contenedor, recogió el guante. Cuentan que fue tan fiera la primera arremetida, que Camacaro cayó de la silla con el pecho atravesado por el acero de Nieto..” Hoy la hoja de esa lanza es la moharra del asta que sostenía el estandarte de la Sociedad de Artesanos de Moquegua. Pero por conservación ha pasado a una vitrina de su museo.

Cuando se produce el derrocamiento del Presidente La Mar por ambiciones del General Gamarra, demuestra por primera vez, su vocación constitucionalista, oponiéndose rotundamente al golpe, mereciendo con justicia el sobrenombre de “Quijote de la Ley” Por su cerrada defensa de la legalidad constitucional en una época de anarquía, fue apresado por Salaverry el 22 de febrero de 1835, cuando se rebeló contra el gobierno legal de Orbegozo; preso Nieto, fue embarcado en la goleta “Peruviana” y enviado desterrada a Panamá. En la mañana del 25 de febrero de 1835, apoyado por cuatro partidarios tomo por sorpresa, mató a los oficiales, y se apoderó de la goleta, dirigiéndose hacia Huanchaco, para seguir la lucha por la constitucionalidad. Este es un relato de Fredy Denegri.

Compitió con Orbegozo en la elección congresal del Presidente de la República, elección que favoreció al trujillano, y al cual respetó como presidente legal. Su declaración franca: “El Perú no podrá variar sus formas de vida social por el influjo de las armas sino por las facultades ejercidas por los legítimos representantes a congreso, que es el campo donde se discuten las conveniencias y los intereses del bien público” le costó ser desterrado a Chile, por la Dictadura de Vivanco, en 1843. Pero logró desembarcar en Arica, para alzar el estandarte de la revolución defendiendo la constitución, se reúne con Castilla y formó la Junta de Gobierno de los Departamentos del Sur, de la cual fue su presidente durante 10 meses, en oposición a la dictadura vivanquista que domina Lima. Estableció su sede en Moquegua , ciudad que lo apoyó calurosamente; los adolescentes moqueguanos se incorporaron en masa a formar su ejército. Esperó al Gral. Guarda en Yunguyo y finalmente lo derrotó en la Batalla de San Antonio, el 28 de octubre de 1843, con la cual todo el sur quedó en su poder.

Estando en Cuzco, su antigua dolencia al hígado agudizó tanto que lo puso al borde la muerte; redactó su testamento y una Proclama a la Nación; y dice : “Moqueguanos si con vida pude acreditaros mi gratitud, constituyéndome e n custodio de vuestros derechos y en guardián de ese suelo que recibí el ser y en que vi la luz primera: deseo en mi muerte añadiros un testimonio más de mi filial respeto : -quiero que mis cenizas reposen allí mismo donde la providencia me concedió debelar a los enemigos de las libertades patrias; allí mismo donde la humanidad, la moderación y la clemencia de los vencedores de San Antonio se sobrepusieron al orgullo que inspira la victoria. No vagarán mis manos alrededor de vuestros hogares, ni llenarán de terror la fantasía de vuestras familias; empero el caminante leerá en mi humilde huesa la historia de un pueblo heroico; y el ambiciosos que intentara otra vez arrancar vuestras garantías, conocerá que no ha podido verificarlo sino conculcando mi cadáver frío.”

AMERCIO GARIBALDI GHERSI
Médico cancerólogo y eminente investigador científico. Nace en el puerto de Ilo el 15 de enero de 1893, Hijo de Don Gaetano Garibaldi y Doña Rosa Ghersi. Realizó sus estudios superiores en la Universidad La Sorbona, París, en 1913. También estudió en la Facultad de Ciencias de Ruan y en el Instituto de Química Industrial de esta ciudad. Ingresó a la Facultad de Medicina de París, en 1919, obteniendo el Título de Médico Cirujano en 1923, con tesis premiada. Trabajó en el laboratorio de Patología experimental del Profesor Roger, Decano de la Facultad de Medicina parisienses; también en el laboratorio de investigaciones de fisiología experimental, con el Profesor Charles Richet; y en el Laboratorio de Biología Experimental del Colegio de Francia. Se graduó de Bachiller en Medicina en 1923, con la tesis “Insuficiencia tiroidea e inmunidad”, laureada por la facultad de Medicina de París. Presentó una nueva teoría sobre alergia endocrina a la Academia de Ciencias de Paris, que la publicó en su boletín.

De regreso al Perú, revalidó su título de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina, 1925; fue nombrado Catedrático de Farmacología y Fisiopatología, entre 1925, presentando un nuevo procedimiento para el diagnóstico serológico del embarazo y del cáncer, que le sirvió para su grado de Doctor, obtenido en 1931. Viajó a Europa a realizar estudios sobre malaria (1932-1934), trabajando en el Instituto de Patología Exótica de Paris y el de Malariología de Roma, publicando un nuevo método para el tratamiento de la malaria 1935. Fue comisionado por el gobierno peruano, 1936, para investigar en EE.UU sobre el cáncer trabajando en Nueva York bajo el auspicio del Instituto Rockefeller, descubriendo una vacuna inmunizante para determinados tumores cancerosos. Por sus trabajos fue incorporado a la Fordham University, siendo el primer cancerólogo que ingresó a dicha institución. Para continuar sus trabajos de investigación sobre el cáncer, la firma WestingHouse, le facilitó un aparato de radioterapia, especialmente confeccionado.

La muerte lo sorprendió en Nueva York el 21 de diciembre de 1938, a los 45 años, empeñado en perfeccionar la vacuna anticancerosa que había descubierto. Entre sus principales trabajos de investigación científica se citan: “Influencia de la tiro paratiroidectomía sobre la formación de anticuerpos naturales-dosaje del poder heterobremolítico del suero (Paris, 1920); “La alergia tiroidea (Paris, 1923); “Principios y Técnicas de un nuevo método general del sero diagnóstico” (1925); “La inmunidad antipalúdica. Proyecciones terapéuticas y medicosociales del problema (1935); “Mecanismo probable de la cancerización” (1936). Dejó inconcluso “La inmunoterapia del cáncer a la luz del análisis fisiopatológico y farmacodinámico”. Es considerado como uno de los más inminentes cancerólogos de la Oncología Moderna. Sus conclusiones, luego de grandes polémicas en la especialidad, tienen aceptación mundial. En 1929 se casó con la dama moqueguana Rosa Flores Córdoba.

DANIEL BECERRA OCAMPO

Nació en la ciudad de Moquegua, el 27 de abril de 1872, hijo del agrimensor Daniel Becerra y doña Celia Ocampo. Estudiante excelente del Colegio La Libertad y el Colegio Guadalupe en Lima (1885-1891) Graduado como médico cirujano en la Universidad de San Marcos, 1899. Contrariamente a la tendencia de otros profesionales jóvenes, de quedarse en la gran capital para ejercer su carrera, “dejó un tentador y prometedor futuro que le ofrecía el ejercicio profesional en la capital...” (Pinto V.). Regresó a su tierra para ejercer la medicina y, la docencia ganado por su amor al terruño y el deseo de impulsar su desarrollo; fue rescatado para trabajar en Moquegua por Doña Águeda Vizcarra Vda. De Angulo que trajo al entonces joven facultativo como médico de cabecera. Contrajo matrimonio con Doña Isabel de la Flor, dama de antiguo linaje moqueguano, formando una prolífica familia.
Fue profesor del Colegio La Libertad, destacando por la calidad de sus clases en ciencias; prestigiado, llegó a ser Director de este Colegio. Médico Titular de Moquegua desde 1908, se afirma que fue : “caritativo con la gente menos pudiente”, pero aún es polémica su manera de tratar a la gente humilde. En 1919 tuvo que hacer frente al azote de la epidemia de gripe “boliviana” que afectó la ciudad durante dos trágicas semanas: fue uno de los primeros en enfermar “más no era su hora” diariamente recorría casa por casa “atendiendo a los enfermos y ordenando el levantamiento de cadáveres” dice Pinto Vargas, que agrega : “Impecable en su traje negro, alba la camisa y oscura corbata; zapatos de charol terminados en fina punta, recubiertos con escarpines; y detrás de sus redondos lentes con aros de oro, sus ojos escrutaban con preocupación y lástima a los enfermos”. Director del Hospital de Moquegua, mereció el título de “Benefactor de los Hospitales”, en 1922, por su obra realizada en ellos.
Fundador del Rotary Club de Moquegua. Presidente del Club Social Moquegua, siendo por ello “el personaje social No. 1 de la ciudad de Moquegua, marcando su accionar” según Kuon: a ello , Pinto Vargas agrega: “Por cerca de medio siglo, la presencia de Becerra Ocampo se dejó sentir tanto en la política como en la cultura, en la enseñanza y en vida social y, de manera muy especial en todo aquello relativo a los problemas de salud que confrontaba la ciudad y sus habitantes...” Luis E. Valcárcel a visitar Moquegua por primera y única vez en 1942 afirma “... ahí estaba el tío Daniel, flor de caballeros, especie humana a punto de desaparecer, espejo de virtudes tan difícil de encontrar...” Pero otros contemporáneos indican que fomentó en la sociedad un orgulloso ambiente aristocrático, cerrado y de estricta distancia social en las actividades públicas de la ciudad, las reuniones sociales del Club Moquegua, y en el Colegio La Libertad.
Propietario, desde 1907 hasta su muerte, del Semanario “La Reforma”, mantuvo una política periodístico de hacer campaña incansable por el resurgimiento de Moquegua; buscaba detener el constante empobrecimiento de su economía, nada comparable con la Moquegua poderosa que conoció en sus años infantiles. “...En sus páginas se dieron algunas memorables batallas por la libertad de información en Moquegua; porque el progreso llegara a la entonces Provincia Litoral y, también, porque en las autoridades políticas, siempre transitorias y siempre fuereñas, la moralidad fuese una constante y no una rara excepción..” escribe Pinto V. Muere en Lima el 4 de agosto de 1947. Un colegio del Puerto de Ilo y otro en la ciudad de Moquegua, honran su memoria como docente, llevando su nombre. El colegio de Ilo, pulsado por su ejemplo adoptó como lema “Un Becerrino, un Caballero”

CARLOS ALBERTO VELÁSQUEZ
Nació en la ciudad de Moquegua el 5 de abril de 1898, hijo de doña Josefa Elisa Velásquez. Su padre era Carlos Lostanau periodista y muy conocido en los círculos sociales de Moquegua; cuando ya era un joven profesional, gracias a los desvelos de su madre. Don Carlos Lostanau quiso reconocerlo como hijo legítimo y darle el apellido que le correspondía, pero el joven lo rechazó, con mucho orgullo. Estudiante excelente del colegio “La libertad”, postuló y obtuvo la beca de Moquegua en el Instituto Pedagógico Nacional de Varones en Lima. Titulado normalista, se le concedió una beca a Estados Unidos para especializarse en Psicología, durante 4 años.
Fue docente (1924) y luego director (1930) del Instituto Pedagógico Nacional, cuando contaba con 32 años, estando allí hasta 1932. Fundó en Lima “El Colegio Modelo” y “El Colegio Superior”, que lograron éxito por la calidad de sus profesores. A través de la “Revista Peruana de Educación”, dio a conocer ampliamente su propuesta para introducir innovaciones didácticas aprendidas en su Post Grado en el exterior.
Fue Director Superior de Educación Técnica, desde 1956, en el gobierno de Manuel Prado. Su labor docente fue premiada con la Palmas Magisteriales. Falleció en Lima. El ex Instituto Nacional de Varones de Ilo, perenniza su memoria. Y sus palabras tienen vivencia después de 50 años “...aún no hemos edificado nuestra propia escuela peruana, síntesis de las peculiaridades de nuestro pueblo...”. Agregando: “... No olvidéis que el maestro es el mejor forjador de conciencias cívicas....”.

HERBERTH DE LA FLOR ANGULO
Nació en Moquegua el 24 de Agosto de 1918, hijo del matrimonio de Don. Ricardo de la Flor y de Doña Amelia Angulo de De la Flor. Sus estudios primarios los realizó en el Centro Escolar de varones 971 (Hoy Rafael Díaz), donde siendo alumno del 5to. Año, el Rotary Club lo distinguió como “El mejor Amigo de Moquegua”. Estudió secundaria en el Colegio La Libertad y Superior en la Universidad San Agustín. Fue uno de los fundadores del Colegio Municipal Mixto “Mariscal Nieto” de Ilo, que se instaló en 1960 con 1er. Año de secundaria, sin aporte estatal, integrando el grupo de profesores sin sueldo que lo atendió; hoy es el Colegio Daniel Becerra Ocampo.
Ha organizado e intervenido como pianista y director de escenario en las actuaciones culturales de los Colegios Santa Fortunata, Simón Bolívar, así como de la ESEP José Carlos Mariátegui, y en cuanta actuación literaria musical que se ha realizado en Moquegua en las últimas tres décadas. Es autor de la letra del Himno a Moquegua, estrenado en 1969, Ostenta el Título de “Socio Honorario” de la Sociedad de Artesanos de Moquegua, por haber donado una corona de pedrería que hoy luce santa Fortunata. Desempeñó el Magisterio, durante 40 años, en el Colegio La Libertad, hoy Simón Bolívar y en la ESEP José Carlos Mariátegui, mereciendo ser galardonado con las “Palmas Magisteriales”, grado de Educador, en 1984.
Como Regidor del Concejo, destacó por su constante preocupación por los parques y jardines de la ciudad, lucían hermoso ornato y verdor, mientras estaba encargado, los adornos del Parque de los Héroes, hoy Plaza Cáceres son fruto de superocupación. Preside varias organizaciones de bien social, encabezó el Comité Pro Mausoleo de Amparo Boluarte.
“A Moquegua la tierra querida,
hoy cantemos un himno viril,
y en la historia su nombre perdure
por sus hijos, valor y lealtad.


JOSÉ MANUEL UBALDE
Benemérito Prócer de la Independencia Nacional, nacido  en La  Villa de Moquegua, e año 1766, hijo del Coronel. Simón Ubalde y de Rosa Cevallos. Pasó al Cusco, donde estudió en el Colegio de San Bernardo y en la Universidad San Antonio de Abad. Se traslada a Lima completando sus estudios en el Convictorio de San Carlos, optando el grado de Doctor en Leyes, en la Universidad de San Marcos, recibiéndose de abogado. Con algún éxito ejerció la defensa ante los tribunales de Lima, hasta que fue nombrado teniente asesor del Presidente de la Real Audiencia del Cusco Conde Ruiz de Castila. Regresó a la Ciudad Imperial, pero allí fue destituido de su cargo.
Se encontró con el minero José Gabriel Aguilar iniciando conciliábulos para organizar un levantamiento contra la dominación española y cambiar el gobierno, Ubalde decía “...es lícito oponerse al Gobierno cuando este declina en tirano o tuvo principios de usurpación, más no cuando de esa oposición resulta un mayor perjuicio a la comunidad que el que sufre por la opresión del tirano...”. Ubalde no era un visionario, pero si un idealista preocupado por los problemas socales del Perú”, afirma Luis Durand Flores. Agrega: “Es la figura principal del movimiento nacionalista. Sin la presencia de Ubalde, Aguilar hubiese seguido siendo un inofensivo visionario”. Fue el ideólogo que hacía realizable el conjunto de visiones de Aguilar; plantea o desea “....la independencia pacífica, que no traiga mayores males a la situación anterior.... quiere Ubalde seguir el camino de llevar al trono a un descendiente de los incas, lo que, supuestamente evitaría un derramamiento de sangre...”
Sus confabulaciones fueron denunciadas al Oidor Berriozábal por Mariano Lechuga, que se fingió adicto al movimiento, permitiendo que sean sorprendidos por las autoridades. Reducidos todos los comprometidos a prisión, fueron procesados, no permitiéndose a Ubalde defenderse, pese a ser abogado. Sin defensa y comprobada su responsabilidad en la concepción de los planes fue condenado a la última pena. Junto con Aguilar fue ahorcado en la Plaza Mayor del Cusco el 5 de diciembre de 1805. El Congreso Constituyente del Perú, por acuerdo del 6 de julio de 1823 declaró “Benemérito a la Patria” a este mártir Moqueguano.

MARIANO LINO URQUIETA

Preclaro Tribuno nacido en la ciudad de Moquegua en un hogar de extracción social humilde. Alfonso La Rosa en 1959 decía que nació el 23 de setiembre de 1868, en momento en que la ciudad estaba en escombros por el terremoto del 13 de agosto del mismo año. Don Luis Kuon sostiene que según su partida de bautizo nació el 16 de setiembre de 1865, pero por llevar el nombre de Lino, santo que es recordado el 23 de setiembre y teniendo en cuenta la costumbre española de colocar el nombre sacado del santoral, su nacimiento es el 23 de este mes. Fue hijo reconocido de Juan Urquieta, agricultor del Alto de la Villa y de Petrona Ampuero.
Estudió en la escuela de San Francisco; “fue un muchacho de organismo frágil, de salud quebrantada y en cambio, de espíritu colosal y asombrosa inteligencia”. Por ello siguió la secundaria en el Colegio “La Libertad”, donde a pesar de su condición humilde y los desplantes de sus compañeros provenientes de familias pudientes, pudo terminar sus estudios exitosamente, robándole horas al descanso, estudiando en el balcón de su casa (calle Moquegua 817), aprovechando la luna llena. De esta etapa A. LA Rosa agrega : “la madre amorosísima debe adoptar, así lo prescriben los médicos, la rígida decisión de privarle de los estudios. El muchacho está enfermo y la pobreza hunde sus garras en el hogar desamparado...” Pero es evidente que en ellas, e afina y exalta una voluntad de marfil y una sensibilidad social superior, que serían sus rasgos caracterológicos vitales”.
Su innata inteligencia e indomable voluntad lo impulsaron al progreso, y la pobreza de su hogar no fue impedimento para viajar a Lima e ingresar brillantemente a la Escuela de Medicina de San Fernando, impresionando al jurado. El 7 de octubre de 1885, siendo estudiante del primer año de medicina, pronunció su discurso consagratorio como orador, con la oración fúnebre de homenaje durante el entierro del mártir Daniel Alcides Carrión. Distinguido estudiante de medicina,”figura pequeña y débil que escondía su cuerpo enjuto en una humilde y lustrosa vestimenta”, culminó su carrera en 1892, graduándose con la tesis “Neuralgias directas y reflejas de origen intestinal”, recibiendo el Título de Médico en 1893.
Rechazó prometedoras oportunidades de trabajo en Lima y regresa a su tierra con el fin de cumplir su gran vocación: “de aliviar a los que sufren y esperan; a las mayorías que constituyen la humanidad doliente y esperanzada” de su tierra, por la que se siente atraído y a la que ama entrañablemente, pese a que en ella vivó pobre. De esta etapa de estadía en Moquegua, Kuón dice: “Cumplió a cabalidad su juramento hipocrático, aliviando y curando las dolencias físicas de sus enfermos con la eficacia de sus prescripciones, y en muchos casos con su generosa ayuda, costeando sus medicinas...”. Ingresó como socio de la Sociedad de Artesanos “Luz y Progreso”, en Agosto de 1896, propuesto por don Ricardo de la Flor, para cumplir con los objetivos de esta benemérita institución dando auxilios gratuitos a los socios menos pudientes; en esta labor asombró con una operación exitosa de reconstrucción de mandíbula, en un caso rechazado por los demás médicos. Su consultorio estaba en la calle Moquegua 105 en la Nueva Botica Italiana de la familia Sánchez Moreno; su especialidad era partos y enfermedades del pulmón.
En Moquegua fundó el periódico “La Libertad”, donde expresaba su pensar liberal y anticlerical, lo que le valió la hostilidad de la conservadora clase dominante de Moquegua, expresada en ácidas e insultantes críticas en otros diarios locales. En 1900 eran los años de la República Aristocrática donde dominaba el Partido Civil; mientras que en Moquegua era el feudo de los Barrios cuando Manuel Camilo Barrios era el poderoso senador local. Hostilizado, se retiró a Arequipa en 1900, donde se estableció y fundó otro periódico “El Ariete”; organizó el núcleo arequipeño del Partido Liberal, desde donde inició la tarea de “....renovar las ideas del medio en que vivía; combatir la intolerancia e inyectar oxígeno en el ambiente de sótano de la ciudad mistiana para ponerla a tono con el siglo; y de esa manera la pequeña y anticuada Moquegua hizo marchar por las nuevas sendas a la orgullosa Arequipa ....” dice L. Alayza y Paz Soldán. Exiliado por el civilismo moqueguano, Arequipa lo consagró como su Diputado para el período 1908-1912.
Su gestión parlamentaria se hizo notable al defender la autonomía universitaria y el cogobierno con anterioridad a la Reforma Universitaria derivada del “Grito de Córdova”. Urquieta dice : “... Si la Universidad no la componen únicamente el Rector y los Catedráticos, sino que es parte integrante sine qua non el personal de los estudiantes, yo no alcanzo a ver la razón de dar representación, voz y voto a los catedráticos y negar esa misma representación a los alumnos”. Abogó por la creación del Ministerio de Trabajo que resuelva las condiciones de trabajo de mujeres y niños. Propugnó la Reforma Agraria y el crédito agrario. Defendió la industria vitivinícola nacional al pedir fuertes impuestos a los licores importados. Propició la democratización de la enseñanza, multiplicación de bibliotecas y creación de escuelas normales. Defendió la independencia del Poder Judicial; es precursor de la simplificación administrativa; la absoluta libertad de prensa; la autonomía municipal. Todo esto formando un programa integral, que lo presenta como u político visionario y revolucionario, siendo el precursor de todas estas leyes acertadas que se promulgaron años después.
Siempre se preocupó por su tierra, a pesar que no la representaba en el Parlamento; en carta al Presidente de la Sociedad de Artesanos del 20 de Julio de 1910, ofrece sus servicios “para todo lo que pueda contribuir a la mejor realización de sus nobles fines”. La Sociedad nunca lo olvidó. En 1915 postuló a una diputación por Moquegua, “no obstante la seguridad de obtenerla fácilmente por Arequipa, de donde había sido diputado sobresaliente, y , departamento por el cual su nombre asumía caracteres mitológicos...”, pudiendo haber sido el mejor profeta de su tierra. Pero no lo dejaron; “El pueblo de Moquegua hubo de ser derrotado por una combinación de apellidos (rimbombantes) y dinero”.
Debe salir abatido “pero no vencido”. Sus desventurados episodios en Moquegua no lo empujaron a la amargura ni al resentimiento, porque siempre amó entrañablemente a su tierra; dijo:
“Me rasgo el pecho, me arranco el corazón,
me inclino a la tierra donde nací, me
arrodillo y la beso”.
El dolor que le produce su retiro forzado de la tierra querida lo plasma en la letra de un popular yaraví, hoy el símbolo de Arequipa, expresando sus sentimientos a su tierra, ingrata en ese momento:

“Ya me voy a una tierra lejana
a un país donde nadie me espera
donde nadie sepa que yo muera
donde nadie me llorará.
¡Ay que lejos me lleva el destino,
como hoja que el viento arrebata,
¡Ay de mí tu no sabes ingrata (Moquegua)
lo que sufre este fiel corazón ¡..
Bajaré silencioso a la tumba
a embargar mi perdido sosiego,
de rodillas mi bien te lo ruego
que a lo menos te acuerdes de mi”


Elegido Senador por Arequipa desde 1917 hasta 1919, en que el golpe de estado provocado por Leguía disuelve el Congreso. Urquieta regresa a Arequipa ya retirado de la política. Combatiendo una epidemia de tifus exantemático, adquiere el mal, falleciendo el 14 de agosto de 1920, antes de cumplir 55 años de edad. Arequipa enlutada lloró acongojada la pérdida de su “padre” y en imponente manifestación de dolor popular, sepultó sus restos el 16 de agosto de 1920, donde Moquegua estuvo representada por la Sociedad de Artesanos y por Atilio Minuto.
En su tumba se lee: “Fue todo corazón y el corazón lo mató”


José Carlos Mariátegui
Ilustre peruano nacido en Moquegua. José Carlos Mariátegui dejó, además de los Siete ensayos… una inagotable cantidad de artículos, análisis sociológicos, perfiles del orden mundial y un largo etcétera, disponibles para quien desee conocerlos, en las diversas antologías que sobre él se han escrito en círculos literarios e intelectuales. En esta nueva entrega de “Y quién fue…?” les contamos un poco más acerca de la vida y carrera de uno de los pensadores peruanos más reconocidos e influyentes del siglo 20.
José Carlos Mariátegui nació en Moquegua, el 14 de junio de 1894 en el seno de una familia muy modesta. Sus padres fueron María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo. Cuando José Carlos era niño, su padre abandonó el hogar familiar, razón por la que la familia se trasladó a Huacho, la ciudad de origen de su madre.
En 1902, a la edad de ocho años, Mariátegui sufre un grave accidente en la escuela y es internado en la clínica Maison de Santé de Lima. Su convalecencia es larga y le acarrea un problema en las piernas que lo acompañaría el resto de su vida. Las secuelas de este accidente le impidieron terminar sus estudios primarios.
En 1909, con apenas 14 años de edad, Mariátegui ingresa a trabajar en el diario La Prensa como ayudante de linotipista para finalmente desempeñarse como corrector de pruebas. A pesar de no haber culminado sus estudios escolares, José Carlos publicó su primer artículo periodístico en 1911 firmando con el pseudónimo “Juan Croniqueur”.
Desde ese momento Mariátegui comienza a escribir frecuentemente en La Prensa y decide colaborar activamente con la revista Mundo Limeño y otras publicaciones de la época. Es muy conocido que el futuro fundador del Partido Socialista peruano cultivó varios géneros periodísticos y literarios entre los que podemos mencionar: policiales, sociales, cuentos y hasta crónicas de hípica, pasando por obras de teatro y artículos para revistas femeninas.

En 1916, Mariátegui ingresa a trabajar en el diario El Tiempo como redactor principal y cronista parlamentario. Un año más tarde crea su propio diario La Noche, periódico opositor al gobierno de José Pardo. José Carlos Mariátegui no cesó nunca de instruirse, decidió estudiar latín y en esta misma época de su vida, recibió un premio periodístico de la Municipalidad de Lima, siendo además elegido vicepresidente del Círculo de Periodistas de Lima por su notable carrera como articulista y escritor de crónicas.
En 1918 colabora con el diario socialista Nuestra Época. Desde esta plataforma de expresión, critica la estructura social vigente de aquellos años. Un año después creó el diario La Razón desde donde apoyó la Reforma Universitaria y las luchas obreras.
José Carlos Mariátegui viajó a Italia gracias a una beca del propio gobierno del presidente Leguía. Existen especulaciones con respecto a esta beca (muchos aseguran que el propio Leguía quería deshacerse de él). En Génova, Italia, conoce a Anna Chiappe, mujer con la que se casó en 1921 y con quien tendría cuatro hijos. El viaje de Mariátegui por varios países europeos es determinante en su formación intelectual, porque de esta época data su verdadera filiación al Marxismo.
A los 28 años de edad, Mariátegui fundó la primera célula comunista peruana, junto con César Falcón, Carlos Roe y Palmiro Macchiavello. El 17 de marzo de 1923 regresó a Lima e inició un ciclo de conferencias en la Universidad Popular González Prada. El ciclo llevó el título de Historia de la Vida Mundial
En 1924, la salud de Mariátegui se vio mermada y, aunque logra salvar su vida, le es amputada una pierna. Vale decir que esta desgracia personal no influyó en la cantidad ni calidad de su producción periodística
Un año más tarde, este incansable cronista de su época publicó su primer libro, La Escena Contemporánea, al mismo tiempo que fundó la Editorial Minerva. En septiembre de 1926 salió a circulación la revista Amauta, publicación en la que aparecen sus famosos Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, un trabajo intelectual que hasta el día de hoy ayuda a comprender la realidad histórica, política y social de un país tan complejo como el nuestro.
En 1928 Mariátegui se desvinculó del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana, del líder Víctor Raúl Haya de la Torre) y fundó el Partido Socialista y la revista proletaria Labor. Un año más tarde, fundó la Confederación de Trabajadores de Perú (CTP), enviando delegados al IV Congreso de la Sindical Roja en Moscú.
José Carlos Mariátegui falleció en Lima el 16 de abril de 1930, a los 36 años de edad. Su aporte hacia una manera de comprender un poco mejor el Perú es invalorable, por esta razón tiene bien merecido el sobrenombre de Amauta o Maestro.

AMPARO BALUARTE

La gran poetisa peruana Amparo Baluarte Cornejo,  fue a fines de la década de los 30's cuando el talento de esa gran poetisa se incorpora a la canción popular convirtiéndose en una de las más fecundas entre las mujeres peruanas Moqueguana, nacida en Samegua el 24 de Setiembre de 1915. Su nacimiento se halla inscrito con el nombre de "Sara Mercedes" hija de Felipe Neri Baluarte Ugarteche y de Doña María Encarnación Cornejo de Baluarte. Tuvo una hermana 7 años mayor que ella, Rosa Victoria.
A poco de fallecido su padre, en 1932, cuando contaba con 17 años, Sara Mercedes se trasladó con su madre María que era maestra a la Capital con su nombre verdadero de Sara Mercedes. Trabajó en el Ministerio de Agricultura durante 25 años.
Con tertulias de músicos y poetas, y amante de la métrica, consideró conveniente figurar en el mundo artístico, no con su verdadero nombre de Sara Mercedes, sino como Amparo Baluarte, nombre con el cual publicó los diez poemarios de su producción.
Autora de aproximadamente 200 canciones entre valses, polcas y otros, como pasillos y boleros, vivió inmersa en un mundo de versos, rimas, poemas y canciones. 
Desde el año 1951 hasta 1980 publicó nueve poemarios de los cuales se hizo un compendio en el año 1984 que fue publicado en la "Antología de la Poesía de Amparo Baluarte". 

Su talento autoral fue unido a la de grandes compositores naciendo de esa manera canciones que han dado mucha gloria a nuestra música criolla como los valses "Así será mi suerte", "Juventud, que te vas", "No quiero recordar", "Noche Criolla" y las polcas "Mágica Flor" y "Vivacia" con Nicolás Wetzell; los valses "Nativa", "Nostalgia", "Secreto" y la polca "Mañanita" con Francisco Reyes Pinglo; la polca "Alborada" con Alcides Carreño Blas y el vals "Separación" con Polo Bedoya Bambarén. Filomeno Ormeño, Juan Reyes Calderón y otros grandes compositores también unieron su talento al de Amparo Baluarte.

Falleció el 19 de diciembre de 1992 y sus restos descansan en su amada Moquegua.

martes, 9 de agosto de 2016

SÁNCHEZ CERRO

 Esta provincia se divide en once distritos:

Omate





Templo Parroquial San Lino de Omate

Construido de adobe en el siglo XVIII, posee un Altar Mayor de estilo barroco, tallado en madera y dorado con pan de oro, los altares menores de estilo neo clásico, posee un reloj solar grabado en piedra y una artística custodia de plata del siglo XIX 





Chojata




Coalaque


Catarata de Coalaque




Ichuña






La Capilla




Lloque




Matalaque






Puquina





Quinistaquillas




Ubinas





Yunga



Leyendas

Las Cabezas Voladoras

Cuentan que un joven y sus hermanitos menores se iban de Torata a su chacra, todas las noches para cuidar la cosecha y los animales. Cierta noche a lo lejos, el joven escuchó un sonido como si fuese de un pato y él en un tono de broma comenzó a imitar el mismo sonido y de repente se dio cuenta que venían hacia él; y miró que venían volando y a la vez rebotando una especie de cabezas con alas. Él se asustó y reaccionó al instante, ordenando a sus hermanos que entren y se protejan dentro de la choza. Él entró rápidamente y trancó la puerta, mientras las cabezas llegaron y golpeaban con tanta fuerza la puerta, que parecía que la iban a romper. 
Los perros se dieron cuenta y se pusieron a ladrar y pelear desenfrenadamente con las cabezas; eran dos perros bien bravos. Se escuchaban los ladridos y los gritos que daban las cabezas, hasta que agotados del susto y los nervios se habían quedado dormidos. 
Al día siguiente, salieron de la choza para ver lo que había sucedido y vieron sangre en la puerta y alrededor de la choza, siguiendo las huellas de los perros fueron hasta encontrarlos pero estos estaban muertos. Los chicos impresionados, rápidamente se dirigieron al pueblo para contarle lo ocurrido a sus padres, Ellos les dijeron que no debían haberle imitado y mucho menos fastidiado a dichos seres malignos y que felizmente si no fuera por los perros ellos habrían muerto atacados por las cabezas. 
Según cuentan los antiguos torateños, que por las chacras siempre se aparecían estas cabezas; según ellos, decían que era una especie de aves malignas nocturnas, que si pasaba por medio de las piernas de una persona, era muerte fija para él, y que el secreto para ahuyentar a estas cabezas era ponerse en forma de cruz, con los brazos rectos y las piernas cruzadas. 
Otras lugareños cuentan que estas cabezas eran de las personas que se habían dormido sin tomar agua y que en las noches sale la cabeza separándose del cuerpo para poder calmar su sed y si por alguna razón el cuerpo sin la cabeza era vista por alguien, era muerte segura para esta persona. 

Leyenda del Cerro Baúl
Cuenta una leyenda que cada noche de luna llena baja del Cerro Baúl un toro que sale de sus entrañas y en el cuello lleva una cadena de oro que  arrastra y baja a la carrera mugiendo y bufando levantando polvareda y se dirige al río a tomar agua y luego retorna a seguir siendo el custodio de las riquezas que alberga el cerro en sus entrañas.
Para otros lugareños, sin que sea un exceso de imaginación, actualmente lo toman como una alegoría esta acción y dicen que el toro y la pesada cadena de oro es la representación de la locomotora y sus vagones que ruidosamente se dirigen a Ilo llevando en su interior el preciado cobre en bruto para su procesamiento.


Cuentos



El Baúl de los recuerdos
               Cataratas de Mollesaja                                                             Corredor del Tixani

Hace mucho tiempo en una Ciudad cuyo nombre pocos recuerdan, vivía un niño llamado Robín, él, no entendía, por qué cada vez que le contaban leyendas de su tierra las sentía mágicas; pero nadie le creía. Al despertar una mañana se le ocurre ir a visitar a su abuelito el señor Calimero, al llegar el niño le pregunta: Abuelito, ¿cómo puedo hacer para ser parte de una leyenda?, su Abuelito sonriendo le dice: que cogiera unos polvos mágicos que tenía en la repisa y así llegaría a ser parte de esta, siempre y cuando los usara de la siguiente manera: al echarlo encima de su cuerpo se transportaría a la leyenda en la que él está pensando. Robín se despide de su abuelo y regresa corriendo a su casa, se echa en un sillón, buscando la manera de ver cómo se echaría los polvos mágicos y sin darse cuenta, estos le caen encima; de pronto aparece atrapado en su leyenda favorita, a lo lejos divisó la Sirena afinando su guitarra al son de las cataratas de Mollesaja, sorprendido, siguió mirando a su alrededor, cuando … vio bajando al Toro del Cerro Baúl a tomar agua al Río, con sus largas cadenas de oro; atemorizado y sin saber a dónde esconderse, comenzó a retroceder y sin darse cuenta se sintió elevar al cielo; el niño asustado, no sabía que sucedía, cuando se da cuenta que un cóndor lo subía hacia la cima del Cañón (corredor del Tixani), que hermoso paisaje, se dijo el niño, el Señor Cóndor le dice: hola Amiguito, soy el guardián de las leyendas, he visto con que atención escuchas mis leyendas, que son lecciones que contienen verdades de tus antepasados, mirad la gente en esta historia es buena, gentil, conserva aún todos sus valores, mira la armonía, trabajan alegres y en comunidad, todos unidos para lograr sus objetivos, mira que lindos campos de cultivo. Pero ahora, quiero que veas una cosa, ven vamos a la Ciudad, cuidado!, agáchate, viene las cabezas voladoras, son esas niñas desobedientes, que atemorizan a la gente, ellas deberían asustar a aquellas personas que hacen daño. Robín le dice: tienes razón, mucha gente ahora a malogrado la casonas antiguas, tanto, que cuando se escuchan las leyendas pareciera que fuera de otra ciudad, ya basta de esto, dice el Señor Cóndor, es hora de que conozcas otra cosa, vamos por aquí, es una nueva leyenda la del Sauce llorón, una leyenda desconocida que a la brisa del medio día canta con sus lindas melodías, el niño se acerca y lo va a saludar, pero el sauce le dice vete de acá que yo quiero llorar, el cóndor le dice que él triste esta, porque hace mucho tiempo atrás, un hechicero de su amor lo separó, ahora me voy despidiendo de ti pequeño, hasta la próxima, porque al cruzar el portal estaré en otro lugar. 
En ese momento, Robín se sintió caer, ya no estaba en aquel lugar estaba en el suelo de su casa, porque se cayó del sillón, él se puso a pensar lo que le dijo su Abuelo Calimero; tenía razón, si se puede ir a una leyenda. Se levantó corriendo para ir a la casa de su Abuelo Calimero y agradecerle por los polvos mágicos que le había dado; el Abuelo sonriendo le dice: la imaginación es tu tesoro, el que muy pocos pueden obtener, te digo un secreto, lo que te llevaste era canela en polvo, pero cuéntame ¿Qué paso? ¿Dónde te llevó tu imaginación?, seguro a una de tus leyendas favorita. Robín le responde, me llevó a lugares mágicos que tú también conoces abuelo, porque son las leyendas que tú me contaste; sabes Abuelo, tú crees que existen los polvos que mencionaste?, el Abuelo le responde quieres averiguarlo conmigo?, vamos acompáñame a buscar en el Baúl de los tesoros y quizá allí esté la respuesta; por cierto no debes olvidar querido hijo que la riqueza no es material sino que está en cada uno de nosotros, te digo esto porque no vas a encontrar monedas, ni joyas, pero lo que si encontraremos es una lluvia de interminables aventuras.
Autora: Carolina Zeballos

LA HISTORIA DE ÁNGELES Y SAMÉ


Cuentan los antepasados que hubo cierta vez una pareja de jóvenes llamados Ángeles y Samé. En ellos surgió un gran amor. Se enamoraron profundamente, pero sus padres no querían tal unión, especialmente Huaracane, el padre de Ángeles, que luchaba para separar esta pareja de jóvenes, pero no podía. Mientras tanto el amor entre ellos seguía creciendo, y de ese amor surgió un niño. Huaracane al enterarse se enfureció mucho, y encolerizado y dolido por lo sucedido trató de robar al niño, pero no pudo lograr su objetivo. Y como no hubo otra solución, mandó a robar al niño y ordenó que lo enterraran en un baúl. La madre al enterarse que su pequeño había desaparecido, lo buscó junto con Ángeles, pero no lograron encontrarlo. Afligidos por la pérdida de su bebé, Ángeles se convirtió en un cerro, el que ahora llamamos el cerro de Los Ángeles, y Samé se tendió por el suelo, lo que hoy en día es el pueblo de Samegua.
En cuanto al padre de Ángeles, alegre por el triunfo que había tenido al separar" a los amantes, los dioses lo castigaron convirtiéndolo en el cerro Huaracane. En cuanto al bebé de Ángeles y Samé, en el baúl, fue creciendo y creciendo, Y hoy en día lo conocemos como el cerro Baúl.
En conclusión, el cerro Baúl es el hijo del cerro Los Ángeles y Samegua; y Huaracane es el abuelo del cerro Baúl. Todos conforman una familia que un día no pudo unirse por culpa de Huaracane.

LA MANZANA DE ORO 

Érase una vez una familia conformada por tres personas, padre, madre e hija. Era una familia humilde pero muy feliz. El padre se encargaba de mantener el hogar durante mucho tiempo; de pronto poco a poco el padre fue enfermando y no podía trabajar, las deudas se acumulaban día a día al punto de perder su propia casa. El padre no pudo más y murió.
Madre e hija se quedaron solas y desamparadas en la calle pasando hambre y frío. Pero de pronto un día por unas chacras lejanas vieron una jugosa manzana colgada. La niña tenía tanta hambre que decidió pedirle a la dueña que se la regale, pero la dueña no lograba ver nada; y a tanta insistencia de la niña la señora le dice: "Si encuentras alguna manzana, ¡sácatela!, aunque lo dudo mucho ya que no es época de que den manzanas", y diciendo esto se retiró.
La niña fue y cogió la manzana; y ambas se fueron felices a comer la manzana; pero era raro, esta manzana no se podía comer, era tan dura que no 'se partía con nada.
De pronto un señor que conocía de oro se les acercó y les preguntó que por qué hacían tanto esfuerzo en partir la manzana. Pero éste al ver la manzana, asombrado dijo: ¡Pero, si esta manzana toda es de oro puro!
Desde ese entonces todos los problemas de las dos se resolvieron y vivieron muy felices para siempre.

El camarón de Oro

El grito golpeó las altas laderas del Estuquiña y del Huaracane. Y como si fuera un eco, de la rocosa garganta del recoveco de las Sietevueltas, se fue desgañitando la voz dolorosa del hombre.
El grito, luego de lanzarse a la cima de los enhiestos torreones, fue cayendo de piedra en piedra, astillándose en siniestros gemidos, para reventar en el fondo de la quebrada en un silencio sobrecogedor, interrumpido a ratos por el leve sollozo del miedo y de la sorpresa.
Cuentan los viejos, veteranos arrieros de caminadas rutas, que aquella tarde remecióse todo el valle. «¡Muerte! ¡Muerte!», afirman que se oyó. Eran las palabras tajantes de una voz cavernosa, que salían de no se sabe dónde. Unos aseguran que de los cerros, otros, de su entraña abierta. El agua también rugía a borbotones, como si escapara de desesperada prisión, tras la libertad que la violencia del terremoto le estaba dando. Parecía que buscaba algo. Así lo comentan, así lo refieren.
«¡Ah, maldito!», afirman que repetía a cada instante la voz misteriosa. «¡Maldito para siempre!», vociferaba. Y el eco lúgubre repetía: «para siempre…para siemp…para siem… » Y la Tierra no dejaba de estremecerse…Los segundos parecían largos, largos, interminables…
Al pie de los cerros, encogido, sumido en una devastadora estupefacción, el hombre veía sin mirar sus manos rojas, rojas de viva sangre, como si mil alfileres le hubieran punzado inmisericordes. Miraba, y cerca de sus pies algo voluminoso y amarillo parecía agitarse. Era un camarón descomunal que, a los rayos débiles de la tarde, desprendía reflejos metálicos de luz. Y las aguas subterráneas, aunque usted no lo crea, se dirigieron ávidas hacia la extraña criatura. Ésta, al modo como iba siendo cubierta por el exuberante líquido, más y más aumentaba sus movimientos: parecía que recobraba vida; y al ir aumentando su vigor, fueron calmándose también los estertores agónicos de la Tierra: el terremoto estaba calmando.
Cuentan que las aguas turbulentas del seno de la Tierra al envolver al camarón de oro, lo hicieron con la ternura con que suele abrazar una madre al hijo que se encuentra. Dicen que las aguas reían como niñas juguetonas; que los murmullos de cristal musitaban historias sobre jardines poblados de maravillas, de flores irisadas y avecillas extraordinarias. Eso cuentan, eso hablan. Y en medio de la espumante corriente, el camarón de oro se hundió en la oscuridad de la entraña abierta de la Tierra, que cerrose después de que las vivas aguas desaparecieran totalmente.
Y allí quedó el hombre, recobrando poco a poco la conciencia. Había capturado el prodigioso camarón de oro, el del mito remoto, el de la leyenda inacabable; pero que al hacerlo sintió que sus manos eran devoradas por el fuego, que sólo un grito desgarrante rompió su garganta; y que casi al unísono escuchó la fatal sentencia de los cerros: ¡su muerte! Pero, estaba vivo y… sonriendo, porque la vida, a pesar de todo, es lo más hermoso que se tiene.

LA SIRENA DE MOLLESAJA
En el anexo de Yacango se encuentran ubicadas las cataratas de Mollesaja, lugar que es escenario de la más hermosa leyenda que a continuación le narraremos. 
Se cuenta que en las llamadas "horas malas" (doce del día y doce de la noche) en las cataratas de Mollesaja, justamente a esas horas, se aparece una hermosa sirena, que es mitad mujer y mitad pez, cuya cola parece de una corvina, sus cabellos son de oro puro, sus ojos son de color de agua; es tanta su belleza que si por casualidad una persona es vista por ella, la sirena la llama, y la persona al encontrarse encantada por su belleza le obedece, desapareciendo junto con ella bajo las aguas de las cataratas. 
Pero si una persona le escucha tocar a la sirena su guitarra, de la cual sale la más hermosa melodía, también es encantada. La persona ve a la sirena, pero la sirena no ve a la persona; y si la ve es llevada a la locura y para poderla curar tienen que hacer una entrega a la sirena que consiste en dejar un gallo justamente a las llamadas "horas malas" para que la sirena tome al gallo y sane a la persona. 
Es por eso que los pobladores se conforman con dejar horas antes sus guitarras para que cuando salga la sirena las afine tocándolas con sus melodías y cuando .ella se va la persona que dejó su guitarra regresa a recogerla, y al tocar las cuerdas se desprende una melodía tan encantadora como la guitarra de la sirena. 
Cuando escuchen salir una melodía agradable de una guitarra que parece que la guitarra canta es porque la sirena la ha afinado. 

San Jerónimo

Cuentan que hubo un tiempo en que el río se secó en una de sus peores sequías al extremo que las desgracias y miserias no podían ser castigo de Dios: los animales y las plantas morían, las hembras perdían sus crías, los árboles se secaban. No había remedio para esto y algunas personas comenzaron a irse a otros valles con mejor suerte.
Un día llegó al valle un hombre que, según contó, venía caminando valle abajo y visitaba todos los lugares. Llamó la atención la túnica que usaba y su forma de hablar, tan dulce y firme. Desde que llegó hablaba de Dios y de lo importante que era arrepentirse de los pecados para no traer la ira divina. Pero de lo que se dio cuenta la gente del valle era que con su llegada empezó a llegar el agua y con ella la vida. Las atenciones hicieron que este personaje quedase en el valle más tiempo del que tenía programado. En ese tiempo, los animales engordaron, el río creció, las plantas empezaron a tomar fuerza y las hembras preñaban y parían.
Pero este personaje debía continuar su recorrido hacia el norte. No escuchaba los ruegos de la gente que se reunía en su entorno. No le inmutaron ni las lágrimas de las mujeres agradecidas ni la risa de los niños que jugaban a su alrededor, pues su partida era inevitable. Dicen los viejos que mientras subía el cerro cayendo ya la tarde, las gentes en silencio rogaban a todas las fuerzas para que el personaje no se vaya. Pero la oscuridad que avanzaba muy rápido, como nunca, impidió seguir viendo al visitante perderse en las alturas.
Al día siguiente la gente se levanto con congoja y sólo atinaron a recorrer con la vista el sendero del visitante y cual no sería su sorpresa al ver al mismo pero convertido empiedra: los ruegos de la gente había logrado detener su partida y había logrado hacer que se queda en medio del valle, para bendecir su prosperidad. Las gente empezó entonces a llamarlo San Gerónimo, patrono del valle de Ilo.
Dicen que los valles del norte nunca recibieron su visita, por eso terminaron secándose y sus gentes tuvieron que salir de ellos para no morir de hambre y sed.
Frente al Parque Ecológico de El Algarrobal, en medio de un angosto camino se puede ver a un personaje de espaldas, con su capa a medio vuelo y la pierna flexionada en además de subir el cerro, recorrido que nunca culminó.